Sunday, November 15, 2009

transformar la sociedad - Crass



Esto es sobre una banda de la segunda ola del punk inglés (en la primera ola aparecieron Sex Pistols y The Clash) que llevó el punk al extremo de la coherencia. Los manes defendían la estética/ética/política "hágalo usté misma", que en ellos se materializaba en una música sin autoridades (punk caótico que no suponía experiencia o talento, sino sólo sinceridad), viviendo un estilo de vida sin autoridades (vida común sencilla, carente de jefes o leyes impuestas), abogando por una sociedad sin autoridades (anarquía).

El logo de Crass contiene la cruz, la bandera de Gran Bretaña y la esvástica nazi, como símbolos de autoridad. Estos símbolos están rodeados por un "ouróboros" (dos serpientes que se comen mutuamente la cola). Eso era una metáfora para decir que la autoridad al final se mordería su propia cola, se auto-destruiría. El logo era una muestra particular de la terapia de choque que Crass practicaba: usaban símbolos de autoridad para representar la an-arquía (la ausencia total de autoridades); hacían música gritada, estruendosa y caótica para promover el pacifismo; creaban imágenes escandalizantes para denunciar que la tranquilidad no puede estar basada en ignorar las injusticias que nos rodean. (Eso último me cuestiona a mí un resto hoy.)


En últimas de eso se trataba: en medio de una sociedad en la que el deseo y la esperanza de consumir se nos impone como ideal, y nos lleva a ignorar todo lo demás, Crass intentaba pillar las grietas en el sistema, que dejaban ver el otro lado de la sociedad, donde están las injusticias silenciosas que ignoramos para seguir consumiendo sin plantearnos problemas. Crass hace el mayor escándalo posible señalando las grietas con arte contradictorio y chocante. Pinta señales gigantes que apuntan a ellas. Grita invitando a todos a mirarlas. Y ése era su estilo de vida. Así, el acto poético, el acto vital y el acto político se volvían una sola cosa. Así el punk llegaba al extremo de la coherencia.

Las letras de Crass se van contra todo: la cultura de consumo, la moral tradicional (sexismo, homofobia, prejuicios contra lo diferente, estructuras de control metidas desde la familia...) y todo tipo de institución jerárquica (el gobierno, las iglesias, la moda…). En cuanto a la música, no voy a decir que suenan divino: las canciones son un punk bien extremo y difícil de asimilar, y las letras van tan rápido, en un acento inglés tan enredado, que yo no entiendo ni papa a menos que esté leyéndolas con mucho cuidado. Pero ésa es la vaina: Crass no era un asunto de producir música. Alguien decía que la gente no iba a sus conciertos tanto porque les gustara la música, sino por lo inolvidable de la experiencia; por el choque moral que suponía.

Una buena parte de ese choque moral estaba en las imágenes. Gee Vaucher hacía los video-collages, las imágenes y los graffitis. Sin el atrevimiento político y la innovación estética estencilera de Vaucher, las genialidades de Banksy probablemente no existirían.



Bueno, sí, muy lindo todo este cuento. Pero ¿puede algo así transformar la sociedad?

Yo no tengo una respuesta completica. Pero par cosas sí voy a decir.

Por lo menos, Crass ha inspirado a otra gente a imaginar otros tipos de sociedad y de comunidad, y otras formas de transformarla; ha ayudado a impulsar movimientos que siguen dando frutos. (Señalaron caminos innovadores no sólo para músicos que quieren mantener su independencia, sino también también para artistas visuales y para grupos de activismo).

Por otro lado, Crass fue una de las voces de una red de información subterránea bastante grande. "As an information service, we were very powerful", dice en una entrevista Penny Rimbaud (una especie de John Cage inglés y con alma política), quien tocaba batería en Crass, mientras escribía ensayos al respecto. Antes de inernet, puede uno imaginarse cuánto más controlable era el acceso a la información. En ese ambiente, esta gente era la dura de conseguir materiales. Eso se nota en los videos que Gee Vaucher proyectaba en los conciertos: collages de imágenes que muestran violencia contra manifestaciones y otros abusos de autoridad. Si en este momento puede resultar difícil acceder a cosas así (porque obviamente hay interés en que no se conozcan), uno puede apenas imaginarse cómo hacían para recopilarlos en los setentas y ochentas.

En la medida en que ayudaron a divulgar información política de difícil acceso, y en la medida en que han influenciado otras mentes, podría uno decir que han ayudado a transformar su sociedad. Pero ¿ha sido mucho o poco? ¿Se logra algo realmente profundo con este tipo de activismo estético?

(Aquí cuentan algo bien impresionante que hicieron.)

Los videos que pongo en esta entrada son trailers de un documental sobre Crass que se llama "There Is no Authority but Yourself", dirigido por Alexander Oey. Está en inglés sin subtítulos, pero es de las vainas más impactantes.


Tuesday, November 03, 2009

la tierra estallando, parte 2 - par cuentos sobre velandia e la tegra


la esmeraldina piscina de Piedecuesta.

Tuve la oportunidá de visitar el pueblo de Piedecuesta, Santander, el año pasado. A mí me pareció que ese lugar es una cuna de mera loquera. No puedo precisar por qué, pero, digamos, pille este ejemplo: ¿en qué otro lugar alguien se consigue un aerosol y hace un graffiti, no de cosas como "yuri te amo" o "uribe paramilitar", sino que termina escribiendo algo como esto?:


Esa noche, en ese pueblo en el que las paredes invitan a tomar conciencia del nuevo ser, hubo concierto de Velandia y la Tigra. Cuando se acabó y fui a comprarle el disco al man, y Velandia supo que tres personas se habían ido hasta Piedecuesta pa' verlo tocar, su respuesta fue cagarse de la risa en nuestra cara y decirle al bajista "Estos manes se vinieron de Bogotá pal concierto. ¡Qué hijueputas tan desocupados!" Bien.

Par meses atrás, Velandia y la Tigra tocó en un barcito de Bogotá. Edson Velandia (oriundo de Piedecuesta) cantó, jartó, cantó, jartó, echó un discurso de 10 minutos, cantó otro poco y se fue de jeta de lo borracho que estaba. Fue la primera vez que los vi en vivo.

Otro par de meses atrás, escuché "11 rasqas" (el primer disco de los manes) muchas veces seguidas sin que lo pudiera disfrutar así con toda. Yo como que veía que había algo muy chébre ahí, pero no podía simplemente pillarlo y menear la cabeza, porque estaba en forma de un montón de disonancias y de arreglos raros y de imágenes orates que me costaba entender. Ahora es uno de los discos que más me gustan, y Velandia y la Tigra es mi grupo colombiano más favorito de todos los tiempos. Yo he pillado que a mucha gente no le trama por eso: porque es muy disonante y muy raro y muy caótico. Como que parece que es muy exclusivo, o excluyente, por lo raro. Pero yo hoy quiero rescatar lo raro.

Yo creo que es más chébre pillarlo más bien como una invitación. La rareza de lo que hacen esos manes es una invitación a pillar la música colombiana, y las mañas del lenguaje colombiano, y las posibilidades de lo colombiano, por fuera de los cajones en los que las mete continuamente la industria de los medios de comunicación. Siendo lo más optimista posible, yo digo que ese ejercicio de hacer rareza auténtica puede llevar a pillar a nuestra sociedad desde otro ángulo, desde lo que ya es, pero escondidita, y lo que puede ser más adelante. En estos ruidos raros hay una manera (una de muchísimas que están estallando por ahí) de escuchar a nuestra sociedad desde dentro y desde abajo, desde otro lado. Y de pronto, ojalá, esas maneras raras de oírnos están ayudando a hacer alguna transformación. De pronto, ojalá, nos están transformando a nosotros, al abrirnos el oído a posibilidades diferentes de ser nosotros mismos.

El video de "Déjo", en el Chicamocha.
"Alma. Torpe la piedra. Pierdo."
Dirigido por Rubén Mendoza,

bogotá en los '40s

Acá un gringo nos cuenta por qué los bogotanos de los '40s están orgullosos de su ciudad. Cosa más interesante.

Monday, October 26, 2009

amo amo amo amo amo amo amo amo amo amo amo

Juana, si alguna vez lee usted esto, quiero declararle mi amor más prístino. Agradezco al remolino del infinito que le creó sus entrañas. Por favor no se moleste si la emulo, la distorsiono, le loopeo sus loops, le pongo delay a sus melodías, las jalo para abajo y para arriba. Usted es un despertador que, mirándolo más de cerca, es en realidad una bomba contando en reversa. Estalla y revienta muros que no me dejaban verme.



Le confieso que la primera vez que la escuché ladrar lloré. No estoy exagerando ni un poquito. Lloré y agradecí a ese remolino que la constituyó, porque hay belleza en el universo.



La única vez que la vi en mi vida le quería gritar que la amo... pero me dio vergüenza con la gente a mi alrededor. Eso no vuelve a pasar. Cuando la vuelva a ver (yo sé que la voy a volver a ver) me voy a asegurar de hacerle saber esto que le escribo.

Friday, October 23, 2009

transformar la sociedad - Wener Herzog habla y se come un zapato

Herzog se comió el cuento del arte... y se volvió un payaso. Pero ¿qué puede hacer un payaso para transformar la sociedad? Puede hacer el ridículo. Ante el público. Para (invitarlo a) quebrar sus imágenes.



Holy War against TV, propaganda, uniformity of mind!

Este payaso se come un zapato para ejercer su fuerza de payaso sobre las instituciones de la industria. Propaganda absurda contra la propaganda y a favor de la expresión del absurdo.

Los payasos, los locos, los desadaptados. Los robots de la naturaleza, señalando la artificialidad de nuestras costumbres, de nuestra manera de entender el mundo. Creando imágenes que fracturan las imágenes uniformes y generalizadas a fuerza de repetición. Mostrando que las verdades que damos por sentado sobre nuestra naturaleza son sólo supuestos frágiles. Que las imágenes que nos describen no son adecuadas. Mostrando la necesidad de crear nuevas imágenes de nosotros mismos.

¿Será por ahí la cosa?

Wednesday, October 21, 2009

transformar la sociedad – filósofos hablan.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra sociedad? –Digo, para mejorarla en serio y fuertemente. No un pañito de agua tibia, sino una transformación.

Acá Chomsky acude al impulso creativo 'intrínsico a la naturaleza humana' para darle un norte a los esfuerzos de transformación.

Foucault no está para nada convencido. ¡Nociones de la 'naturaleza humana' salen de nuestra ideología y nuestras instituciones! ¿Cómo las podríamos usar para transformar la sociedad que las creó y justifica?

–Pesado. Pesado.






¿Cömo hacemos para escapar las estructuras que nos metió nuestra sociedad (con sus injusticias y sus cosas) en la cabeza desde chiquiticos? ¿Podemos llegar a algo real, puro, original, no distorsionado?

Tuesday, October 20, 2009

ego; - un cover de "the spider & the fly"

the spider % the fly from ego; on Vimeo.



hice este cover porque sonó en la tienda de vino mientras yo salía. me cogió por sorpresa y esa sorpresa fue un reconocimiento. me recordó que fue una de las primeras canciones que toqué en concierto. la toqué con Daniel Alzate, hace un buen rato.

"The Spider and the Fly" (Rolling Stones, the B-side of "Satisfaction") came back to me today. I re-cognized it. I realized it's a Freudian blues. It's about you owning the rules of your life by dragging your parents out of your mind.

Blues is where minimalism bites the tail of pop, thus closing the circle (of (experimental) music).

Spider & fly. Spiderman & Superman. Undeserved humour & rule-abiding boredom.

"'Will you walk into my parlor?' said the Spider to the Fly."

Monday, October 19, 2009

hoy suicidé a un ratón.


Me levanté y encontré al hijo de Hans, estático, frente a la cocina.

Pensé que estaba pasmado, como cuando encontré a Hans con la misma actitud. (Hans es el ratón que "adoptamos" como mascota en mi apartamento.) Mi roommate decía que podríamos mantener a Hans como mascota siempre y cuando no empezara a reproducirse. Pero yo vi hace unos días al hijito de Hans andando por ahí, de debajo de la biblioteca corriendo a esconderse debajo de la nevera. No era un ratón muy inteligente. Los ratones saben que uno no sale cuando hay humanos. Uno simplemente no sale, para seguir con vida. Los humanos tienen que creer que uno no existe para que no lo maten a uno.

Pero el hijo de Hans no parecía tener eso claro. No era falta de experiencia en el arte de engañarnos sobre su existencia. Simplemente quería hacernos saber que existía. Tal vez estaba demasiado alegre de estar vivo como para escondérnoslo. Porque su vida era demasiado bella como para no compartirla.

Sea como fuere, hoy encontré al hijo de Hans, como pasmado, frente a la cocina. Pensé que lastimosamente había llegado la hora de sacarlo de la casa. No lo quería matar, pero tampoco quería sacarlo, porque pronto vendrá el invierno y sacarlo implicaría que iba a morir en todo caso. Pero el pobre ratón era demasiado torpe como para esconderse efectivamente. Me entristecí (y, lo reconozco, me dio asco tocarlo), pero tuve que atraparlo de alguna manera. Lo encerré en una jaula de plástico. Después, para que no escapara, la cubrí con una planta. Tomé fotos que llamo: "El triunfo de Flora sobre Fauna".

Después de varias horas me di cuenta de que el hijo de Hans no había cambiado en absoluto la posición en la que lo encontré. Moví la jaula de plástico hasta tocarlo y, cuando no reaccionó, supe que había muerto.

Creo que murió por la tristeza que le ocasionó que nosotros no nos alegráramos, como él, de su vida. "Si mi vida no es causa de alegría para los otros", debió reflexionar el hijo de Hans, "no vale la pena vivir". Y se mató por la tristeza. Otra 'razón' para morir era que su existencia le causaría la muerte a su padre, Hans, dado que mi roommate había aceptado mantener a Hans aquí con la condición de que no se reprodujera. Su vida, causa para él de tanta alegría que tenía que compartirla, sería causa de la muerte para su padre.

El hijo de Hans se suicidó de tristeza, a punta de tristeza. Yo lo suicidé porque convertí su alegría vital en tristeza de estar vivo. Le dije: "si quiere seguir vivo, no comparta su vida." Y con eso lo maté.

Cuando volví hoy por la noche, la jaula de plástico seguía al frente de la cocina, pero ahora estaba vacía. Ni rastro del hijo de Hans. ¿Será que resucitó? ¿O será que mi roommate echó a la basura su cadáver? No sé si preguntarle.

"Sólo creyendo que todo es uno, puedo creer que todo es diferente."

encantamiento inútil, es el tiempo.

Tuesday, October 13, 2009

la tierra estallando, parte 1

Hace un segundo, un amigo me dijo una verdad aterradora: "nosotros no sabemos qué está pasando en nuestro país". Esto es terriblemente cierto. Pero hoy quiero compartirles algo que está pasando en Colombia.

El país está estallando. Eso es historia vieja, claro. Pero el estallido del que hablo no es ése.

Hay mucha gente en Colombia que parece granadas de creatividad condensada. Quiero mostrarles hoy un par de esos estallidos.



La primera vez que escuché "Loop Mantra" fue porque Andrés Gualdrón se la había sacado del estudio, antes de que saliera el disco de los Water Resist, y me la mostró durante uno de los ensayos de ego;. No he salido de mi asombro. Solamente juntar las palabras 'loop' y 'mantra' ya es una bestialidad. Encima, poner esas preguntas, y el ritmo todo torcido, y el delay del final... Me conmueve las entrañas. La primera vez que vi el video que le hicieron a la canción las chinas de rot_oscopia (¡que ahora son mis parceras!), me tocó pararlo porque me iba a poner a chillar como un chino chiquito. Ustedes dirán que exagero. Pero no.





Hoy encontré esto escarbando por ahí. Rubén Mendoza está haciendo "La sociedad del semáforo", y para conseguir plata en Francia para acabar de rodar la película, decidieron, como primera medida, y antes que nada, echarle la madre en la jeta a los que les darían la plata. Hoy veo esa brutalidad como un acto poético, liberador y sarcástico. O bueno, por lo menos, como una sabrosura de actitud. Hay muchas otras cosas que decir de estas imágenes de la gente que parcha en las calles de Bogotá (y de la música de Edson Velandia). Pero yo me quedo con compartirlas.

Pronto vienen más tesoros de las granadas creativas que están estallando en nuestra tierra.

Saturday, October 03, 2009

la canción del payaso


Mi nombre es Aldemar. Soy aprendiz de psicomago. Creo que el arte sana. En mis palabras: creo que la creación libre y sin mediaciones de sí mismo sana.

Me he vuelto aprendiz de psicomago a través de la música, aunque encontré la palabra 'psicomagia' en un texto de Alejandro Jodorowsky, quien la inventó. Hoy, leyendo ese texto, encontré un pasaje en el que Jodorowsky se despide del circo, después de haber hecho unas funciones en ese escenario circular, mientras el payaso que fue su maestro psicomago canta esta canción:

Entre los diez mandamientos
uno sólo es para mí:
ser tan libre como el viento
conservando la raíz.

Copio la canción. Observo el número de la página: 173. Mis amigos sabrán por qué es importante. Es el símbolo de mi casa. Descubrí que soy aprendiz de psicomago al hacerme consciente de que las coincidencias se desvanecen, y el sentido emerge de la penumbra del mar inconsciente.

Saturday, September 19, 2009


Me aseguro de no enredarme por no saltar suficientemente alto. Pero no quiero darme duro en la cabeza, y entonces me encojo. Es un salto firme, pero no es dichoso. No es expresivo. Por susto al golpe.

Yo sé mi tamaño. Sé el tamaño del exterior. Puedo calcular, y sé qué tan alto puedo saltar.

La próxima vez va a ser diferente.

Friday, September 04, 2009

Mira que escribiéndote una respuesta me puse a escribir unas cosas.

Mira que había un man que cada vez que leía algo interesante en su libro dejaba un papel entre las páginas marcando el lugar. Recibos, servilletas, envolturas, así. Y cuando lo encontraron después, echaron el libro a la basura y llenaron un salón de un museo con los papeles.

Mira que una marcha en contra del secuestro tuvo una asistencia tan gigante y masiva que cuando todos gritaron al tiempo por primera vez en contra del secuestro, todos se quedaron sordos y ya nadie supo qué más gritar.

Mira que hay una silla de dos patas.

Mira que este año van a sacar una pantalla de computador en la que las ventanas de los programas están en tres dimensiones, cada una en un plano diferente, y entonces uno las puede poner una detrás de otra, y las puede agarrar con las manos, doblarlas y arrugarlas, y morderlas y cortarlas, y las puede lanzar y agarrar, y las puede usar para cortar cosas (porque son súper delgaditas).

Mira que un día en un concierto en tu vereda vamos a tocar "la ciudad" --y tú y otra gente van a estar tocando tambores-- y a la mitad de la canción van a interrumpir el concierto unas tres o cuatro familias con niños y que tales, y un señor viejito va a ir al frente a decir que vienen de un pueblo que se inundó, que si podemos ayudarlos para conseguir dónde pasar la noche. Y a la salida va a llover.

Thursday, May 14, 2009

el brillo de la soledad

Que las emociones, confusas, se enreden entre sí, envuelvan todo rápidamente, transporten a lugares que no son éste, a gente que no es ésta.

Y sin entender, sin poder ver más allá, y todo lo que está cerca se vuelve o gris o enceguecedor. Las palabras son más huecas, la comunicación sufre más errores. La imagen previa de ego se vuelve alter, ya no encaja, y ahora hay otro sujeto ahí, escondido por la opacidad de emociones desbordantes, que al fin se salieron de su jaula, y por falta de tiempo. Quién sabe quién será ése que se despierta hoy con ganas de dormir. ¿Habrá que crecer? ¿Habrá que volver a inventarse?

En todo caso: sí, niña, muy bonito su tema, y muy adecuado, pero no me voy a rendir.

Thursday, March 19, 2009


Finalmente salimos como a las cuatro y media. Yo con el computador en las manos, Andrés con el micrófono. Grabamos los ruidos de Villa del Prado, de un supermercado y de la 170. Subimos el puente de transmilenio y grabamos el sonido de monedas golpeándose entre sí y contra un vasito de plástico agitado por un señor pidiendo plata. Entramos al sistema. Dentro del bus, el motor y la gente hablando. En la estación de la 127, los patrones de los golpes de los zapatos de las señoras contra las latas del piso.

Estoy recuperando algunos de los sentidos de ego;. Todo el tiempo incorporábamos elementos de nuestro alrededor que nos encontrábamos. Un acorde que salió cuando recosté los brazos sobre el teclado abre Del viento y el sol, y esa misma canción se cierra con un patrón de percusión que surgió al azar en el computador. Música concreta comienza con un mordisco a una manzana que yo me iba a comer y se nos ocurrió grabar, y el resto de la percusión de esa canción consiste en un golpe a la reja de la ventana de mi cuarto y en Andrés pasando las páginas de un libro. En el arreglo en vivo de La ciudad, la percusión es golpes a un globo desinflado que vaya uno a saber por qué estaba en mi cuarto ese día.

Yo quiero decir que todo eso es reflejo de un concepto. No sé si sabemos cuál concepto, pero hay uno por ahí que intentamos reflejar. Alguna vez dijimos que era una lucha política para devolverle el carácter musical a los sonidos cotidianos. Y eso seguro es parte. Pero creo que es algo más grande.

Para mí, era defender un derecho anarquista a la creación. Algo así como que uno no tiene que ser un instrumentista consumado, o tocar alguna cosa que se suela llamar 'instrumento musical', o darle a ese instrumento en vivo en lugar de darle 'play' a una máquina, o saber claramente qué es lo que está haciendo, o seguir patrón heredado alguno... en general, que uno no tiene que cumplir ninguna norma tradicional, o tener en cuenta autoridad alguna, para crear.

Monday, February 09, 2009

warp



Acabo de descubrir la página de Warp Records en YouTube. Admiro a varios de los músicos que graban con Warp (como Jamie Lidell o Boards of Canada). El man de este video --que no conocía antes-- estaba improvisando en vivo sobre el discurso.