noches de cundinamarca

Sunday, May 23, 2010

El 10 de enero de 2010 murió en el Hospital San Ignacio Juan Pablo Bermúdez. Repentina, inesperada, la masa que se tragó sus tripas no le quiso dejar más tiempo a su sistema de alimentación. Sin poder separar lo que alimenta de lo que envenena, sin poder conservar lo primero y eliminar lo último, ya no hubo posibilidad de vida.

Antes de morir, logró re-aprender que la vida, desde el comienzo, es un trabajo. Que hay que trabajar para respirar, para moverse, para dormir, para comer. ¡Cuesta estar vivo! Y eso lo daba él por sentado. Como otros dan por sentado que habrá agua, que habrá paz, que habrá familia, que habrá cine el viernes por la noche. Respirar y bombear sangre. Asimilar unas sustancias y rechazar otras. Eso es la vida: esfuerzo constante por seguir viviendo.

El 10 de enero, sin embargo, Juan Pablo no pudo continuar re-creando su propia vida. Dejó de ser autosostenible. Nunca sabremos todo lo que pudo haber hecho después. Las canciones, los conciertos, el dolor, las amistades, las historias. Esta historia que no llegó a escribir.

Wednesday, April 28, 2010

transformar la sociedad - Mockus


(Ya casi vuelvo a Toronto. Eso implica que ya va siendo hora de retomar los medios digitales para comunicarme con mi tierra. Por eso, y por el momento de decisión especialmente emocionante que atraviesa nuestro país, quiero contar una historia.)

Hoy, bajándome de un Transmilenio en el Portal del Norte, me embistió una señora entrando aceleradamente al bus. En el Portal los buses se detienen en un lugar para que la gente baje, y luego avanzan algunos metros para recibir a los nuevos pasajeros que están (teóricamente) haciendo una fila esperando a que los recojan.

La señora que me embistió mientras me bajaba, entonces, intentaba entrar como no se debía, saltándose la fila. ("Típico", pensará la lectora.) Yo la interrumpí diciéndole enfáticamente: "Señora, por acá no se entra, se entra más adelante", a lo cual respondió con un "¿Ah, sí?" y haciendo una hermosa pistola con su mano a la altura de la nariz. Le contesté, más enfáticamente: "¡Le está haciendo trampa a la gente, señora!" Y me fui.

Ofuscado, triste, furioso, abrí de nuevo el texto que estaba leyendo (una tesis de pregrado en filosofía, escrita por Clara Carrillo), para encontrarme con este párrafo:

"No obstante, hemos de adherirnos a Habermas en su visión optimista de la modernidad y explorar la posibilidad de reconstruir las relaciones entre cultura, legalidad y moralidad, a partir de un proceso de descentramiento y reconocimiento dialogal de las múltiples perspectivas distintas a la propia, en el cual se logre mediante la comunicación 'relacionar críticamente' estas perspectivas."

A la lectora tal vez le sonarán familiares algunas expresiones: la tesis fue dirigida por Antanas Mockus en 1993, cuando enseñaba en el Departamento de Filosofía del Zoológico Nacional de Colombia. Algunos años después, Antanas se bajó los pantalones (como se muestra en la foto), ganó las elecciones a la alcaldía de Bogotá y aplicó esa idea de re-armonizar la moral, la cultura y la legalidad.

La idea básica detrás de las políticas de Mockus es que la cultura colombiana choca con la moralidad y la legalidad porque la gente se ha acostumbrado culturalmente a interactuar estratégicamente, persiguiendo sus fines individuales, sin darse cuenta de las consecuencias negativas que trae esto (agresividad, violencia, corrupción, desigualdad, narcotráfico...). Esta idea (basada en Habermas, Carrillo y otros), aplicada como el equipo de Mockus lo hizo, tuvo en Bogotá los resultados que la lectora probablemente conoce: disminución de asesinatos y muertes por accidente de tráfico en un 50%, entre otros muchos. (Ver otras cosas acá.)

La campaña actual de Mockus no es perfecta. De hecho, ha habido muchas concesiones feas a la estrategia (como apoyar a Gilma Jiménez). Sin embargo, confío en la capacidad política de Mockus por una razón fundamental: de todos los candidatos, Mockus parece ser el único que tiene claro que la política no es algo que hacen los políticos, sino que es algo que construimos todos los ciudadanos, con nuestras decisiones diarias. La injusticia, la desigualdad, la violencia, la falta de esperanza... son productos de todos. Y por eso todos somos los que tenemos que trabajar para cambiarlos.

Sunday, November 15, 2009

transformar la sociedad - Crass



Esto es sobre una banda de la segunda ola del punk inglés (en la primera ola aparecieron Sex Pistols y The Clash) que llevó el punk al extremo de la coherencia. Los manes defendían la estética/ética/política "hágalo usté misma", que en ellos se materializaba en una música sin autoridades (punk caótico que no suponía experiencia o talento, sino sólo sinceridad), viviendo un estilo de vida sin autoridades (vida común sencilla, carente de jefes o leyes impuestas), abogando por una sociedad sin autoridades (anarquía).

El logo de Crass contiene la cruz, la bandera de Gran Bretaña y la esvástica nazi, como símbolos de autoridad. Estos símbolos están rodeados por un "ouróboros" (dos serpientes que se comen mutuamente la cola). Eso era una metáfora para decir que la autoridad al final se mordería su propia cola, se auto-destruiría. El logo era una muestra particular de la terapia de choque que Crass practicaba: usaban símbolos de autoridad para representar la an-arquía (la ausencia total de autoridades); hacían música gritada, estruendosa y caótica para promover el pacifismo; creaban imágenes escandalizantes para denunciar que la tranquilidad no puede estar basada en ignorar las injusticias que nos rodean. (Eso último me cuestiona a mí un resto hoy.)


En últimas de eso se trataba: en medio de una sociedad en la que el deseo y la esperanza de consumir se nos impone como ideal, y nos lleva a ignorar todo lo demás, Crass intentaba pillar las grietas en el sistema, que dejaban ver el otro lado de la sociedad, donde están las injusticias silenciosas que ignoramos para seguir consumiendo sin plantearnos problemas. Crass hace el mayor escándalo posible señalando las grietas con arte contradictorio y chocante. Pinta señales gigantes que apuntan a ellas. Grita invitando a todos a mirarlas. Y ése era su estilo de vida. Así, el acto poético, el acto vital y el acto político se volvían una sola cosa. Así el punk llegaba al extremo de la coherencia.

Las letras de Crass se van contra todo: la cultura de consumo, la moral tradicional (sexismo, homofobia, prejuicios contra lo diferente, estructuras de control metidas desde la familia...) y todo tipo de institución jerárquica (el gobierno, las iglesias, la moda…). En cuanto a la música, no voy a decir que suenan divino: las canciones son un punk bien extremo y difícil de asimilar, y las letras van tan rápido, en un acento inglés tan enredado, que yo no entiendo ni papa a menos que esté leyéndolas con mucho cuidado. Pero ésa es la vaina: Crass no era un asunto de producir música. Alguien decía que la gente no iba a sus conciertos tanto porque les gustara la música, sino por lo inolvidable de la experiencia; por el choque moral que suponía.

Una buena parte de ese choque moral estaba en las imágenes. Gee Vaucher hacía los video-collages, las imágenes y los graffitis. Sin el atrevimiento político y la innovación estética estencilera de Vaucher, las genialidades de Banksy probablemente no existirían.



Bueno, sí, muy lindo todo este cuento. Pero ¿puede algo así transformar la sociedad?

Yo no tengo una respuesta completica. Pero par cosas sí voy a decir.

Por lo menos, Crass ha inspirado a otra gente a imaginar otros tipos de sociedad y de comunidad, y otras formas de transformarla; ha ayudado a impulsar movimientos que siguen dando frutos. (Señalaron caminos innovadores no sólo para músicos que quieren mantener su independencia, sino también también para artistas visuales y para grupos de activismo).

Por otro lado, Crass fue una de las voces de una red de información subterránea bastante grande. "As an information service, we were very powerful", dice en una entrevista Penny Rimbaud (una especie de John Cage inglés y con alma política), quien tocaba batería en Crass, mientras escribía ensayos al respecto. Antes de inernet, puede uno imaginarse cuánto más controlable era el acceso a la información. En ese ambiente, esta gente era la dura de conseguir materiales. Eso se nota en los videos que Gee Vaucher proyectaba en los conciertos: collages de imágenes que muestran violencia contra manifestaciones y otros abusos de autoridad. Si en este momento puede resultar difícil acceder a cosas así (porque obviamente hay interés en que no se conozcan), uno puede apenas imaginarse cómo hacían para recopilarlos en los setentas y ochentas.

En la medida en que ayudaron a divulgar información política de difícil acceso, y en la medida en que han influenciado otras mentes, podría uno decir que han ayudado a transformar su sociedad. Pero ¿ha sido mucho o poco? ¿Se logra algo realmente profundo con este tipo de activismo estético?

(Aquí cuentan algo bien impresionante que hicieron.)

Los videos que pongo en esta entrada son trailers de un documental sobre Crass que se llama "There Is no Authority but Yourself", dirigido por Alexander Oey. Está en inglés sin subtítulos, pero es de las vainas más impactantes.


Tuesday, November 03, 2009

la tierra estallando, parte 2 - par cuentos sobre velandia e la tegra


la esmeraldina piscina de Piedecuesta.

Tuve la oportunidá de visitar el pueblo de Piedecuesta, Santander, el año pasado. A mí me pareció que ese lugar es una cuna de mera loquera. No puedo precisar por qué, pero, digamos, pille este ejemplo: ¿en qué otro lugar alguien se consigue un aerosol y hace un graffiti, no de cosas como "yuri te amo" o "uribe paramilitar", sino que termina escribiendo algo como esto?:


Esa noche, en ese pueblo en el que las paredes invitan a tomar conciencia del nuevo ser, hubo concierto de Velandia y la Tigra. Cuando se acabó y fui a comprarle el disco al man, y Velandia supo que tres personas se habían ido hasta Piedecuesta pa' verlo tocar, su respuesta fue cagarse de la risa en nuestra cara y decirle al bajista "Estos manes se vinieron de Bogotá pal concierto. ¡Qué hijueputas tan desocupados!" Bien.

Par meses atrás, Velandia y la Tigra tocó en un barcito de Bogotá. Edson Velandia (oriundo de Piedecuesta) cantó, jartó, cantó, jartó, echó un discurso de 10 minutos, cantó otro poco y se fue de jeta de lo borracho que estaba. Fue la primera vez que los vi en vivo.

Otro par de meses atrás, escuché "11 rasqas" (el primer disco de los manes) muchas veces seguidas sin que lo pudiera disfrutar así con toda. Yo como que veía que había algo muy chébre ahí, pero no podía simplemente pillarlo y menear la cabeza, porque estaba en forma de un montón de disonancias y de arreglos raros y de imágenes orates que me costaba entender. Ahora es uno de los discos que más me gustan, y Velandia y la Tigra es mi grupo colombiano más favorito de todos los tiempos. Yo he pillado que a mucha gente no le trama por eso: porque es muy disonante y muy raro y muy caótico. Como que parece que es muy exclusivo, o excluyente, por lo raro. Pero yo hoy quiero rescatar lo raro.

Yo creo que es más chébre pillarlo más bien como una invitación. La rareza de lo que hacen esos manes es una invitación a pillar la música colombiana, y las mañas del lenguaje colombiano, y las posibilidades de lo colombiano, por fuera de los cajones en los que las mete continuamente la industria de los medios de comunicación. Siendo lo más optimista posible, yo digo que ese ejercicio de hacer rareza auténtica puede llevar a pillar a nuestra sociedad desde otro ángulo, desde lo que ya es, pero escondidita, y lo que puede ser más adelante. En estos ruidos raros hay una manera (una de muchísimas que están estallando por ahí) de escuchar a nuestra sociedad desde dentro y desde abajo, desde otro lado. Y de pronto, ojalá, esas maneras raras de oírnos están ayudando a hacer alguna transformación. De pronto, ojalá, nos están transformando a nosotros, al abrirnos el oído a posibilidades diferentes de ser nosotros mismos.

El video de "Déjo", en el Chicamocha.
"Alma. Torpe la piedra. Pierdo."
Dirigido por Rubén Mendoza,

bogotá en los '40s

Acá un gringo nos cuenta por qué los bogotanos de los '40s están orgullosos de su ciudad. Cosa más interesante.

Monday, October 26, 2009

amo amo amo amo amo amo amo amo amo amo amo

Juana, si alguna vez lee usted esto, quiero declararle mi amor más prístino. Agradezco al remolino del infinito que le creó sus entrañas. Por favor no se moleste si la emulo, la distorsiono, le loopeo sus loops, le pongo delay a sus melodías, las jalo para abajo y para arriba. Usted es un despertador que, mirándolo más de cerca, es en realidad una bomba contando en reversa. Estalla y revienta muros que no me dejaban verme.



Le confieso que la primera vez que la escuché ladrar lloré. No estoy exagerando ni un poquito. Lloré y agradecí a ese remolino que la constituyó, porque hay belleza en el universo.



La única vez que la vi en mi vida le quería gritar que la amo... pero me dio vergüenza con la gente a mi alrededor. Eso no vuelve a pasar. Cuando la vuelva a ver (yo sé que la voy a volver a ver) me voy a asegurar de hacerle saber esto que le escribo.

Friday, October 23, 2009

transformar la sociedad - Wener Herzog habla y se come un zapato

Herzog se comió el cuento del arte... y se volvió un payaso. Pero ¿qué puede hacer un payaso para transformar la sociedad? Puede hacer el ridículo. Ante el público. Para (invitarlo a) quebrar sus imágenes.



Holy War against TV, propaganda, uniformity of mind!

Este payaso se come un zapato para ejercer su fuerza de payaso sobre las instituciones de la industria. Propaganda absurda contra la propaganda y a favor de la expresión del absurdo.

Los payasos, los locos, los desadaptados. Los robots de la naturaleza, señalando la artificialidad de nuestras costumbres, de nuestra manera de entender el mundo. Creando imágenes que fracturan las imágenes uniformes y generalizadas a fuerza de repetición. Mostrando que las verdades que damos por sentado sobre nuestra naturaleza son sólo supuestos frágiles. Que las imágenes que nos describen no son adecuadas. Mostrando la necesidad de crear nuevas imágenes de nosotros mismos.

¿Será por ahí la cosa?

Wednesday, October 21, 2009

transformar la sociedad – filósofos hablan.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra sociedad? –Digo, para mejorarla en serio y fuertemente. No un pañito de agua tibia, sino una transformación.

Acá Chomsky acude al impulso creativo 'intrínsico a la naturaleza humana' para darle un norte a los esfuerzos de transformación.

Foucault no está para nada convencido. ¡Nociones de la 'naturaleza humana' salen de nuestra ideología y nuestras instituciones! ¿Cómo las podríamos usar para transformar la sociedad que las creó y justifica?

–Pesado. Pesado.






¿Cömo hacemos para escapar las estructuras que nos metió nuestra sociedad (con sus injusticias y sus cosas) en la cabeza desde chiquiticos? ¿Podemos llegar a algo real, puro, original, no distorsionado?