Esto es sobre una banda de la segunda ola del punk inglés (en la primera ola aparecieron Sex Pistols y The Clash) que llevó el punk al extremo de la coherencia. Los manes defendían la estética/ética/política "hágalo usté misma", que en ellos se materializaba en una música sin autoridades (punk caótico que no suponía experiencia o talento, sino sólo sinceridad), viviendo un estilo de vida sin autoridades (vida común sencilla, carente de jefes o leyes impuestas), abogando por una sociedad sin autoridades (anarquía).
El logo de Crass contiene la cruz, la bandera de Gran Bretaña y la esvástica nazi, como símbolos de autoridad. Estos símbolos están rodeados por un "ouróboros" (dos serpientes que se comen mutuamente la cola). Eso era una metáfora para decir que la autoridad al final se mordería su propia cola, se auto-destruiría. El logo era una muestra particular de la terapia de choque que Crass practicaba: usaban símbolos de autoridad para representar la an-arquía (la ausencia total de autoridades); hacían música gritada, estruendosa y caótica para promover el pacifismo; creaban imágenes escandalizantes para denunciar que la tranquilidad no puede estar basada en ignorar las injusticias que nos rodean. (Eso último me cuestiona a mí un resto hoy.)
En últimas de eso se trataba: en medio de una sociedad en la que el deseo y la esperanza de consumir se nos impone como ideal, y nos lleva a ignorar todo lo demás, Crass intentaba pillar las grietas en el sistema, que dejaban ver el otro lado de la sociedad, donde están las injusticias silenciosas que ignoramos para seguir consumiendo sin plantearnos problemas. Crass hace el mayor escándalo posible señalando las grietas con arte contradictorio y chocante. Pinta señales gigantes que apuntan a ellas. Grita invitando a todos a mirarlas. Y ése era su estilo de vida. Así, el acto poético, el acto vital y el acto político se volvían una sola cosa. Así el punk llegaba al extremo de la coherencia.
Las letras de Crass se van contra todo: la cultura de consumo, la moral tradicional (sexismo, homofobia, prejuicios contra lo diferente, estructuras de control metidas desde la familia...) y todo tipo de institución jerárquica (el gobierno, las iglesias, la moda…). En cuanto a la música, no voy a decir que suenan divino: las canciones son un punk bien extremo y difícil de asimilar, y las letras van tan rápido, en un acento inglés tan enredado, que yo no entiendo ni papa a menos que esté leyéndolas con mucho cuidado. Pero ésa es la vaina: Crass no era un asunto de producir música. Alguien decía que la gente no iba a sus conciertos tanto porque les gustara la música, sino por lo inolvidable de la experiencia; por el choque moral que suponía.
Una buena parte de ese choque moral estaba en las imágenes. Gee Vaucher hacía los video-collages, las imágenes y los graffitis. Sin el atrevimiento político y la innovación estética estencilera de Vaucher, las genialidades de Banksy probablemente no existirían.
Bueno, sí, muy lindo todo este cuento. Pero ¿puede algo así transformar la sociedad?
Yo no tengo una respuesta completica. Pero par cosas sí voy a decir.
Por lo menos, Crass ha inspirado a otra gente a imaginar otros tipos de sociedad y de comunidad, y otras formas de transformarla; ha ayudado a impulsar movimientos que siguen dando frutos. (Señalaron caminos innovadores no sólo para músicos que quieren mantener su independencia, sino también también para artistas visuales y para grupos de activismo).
Por otro lado, Crass fue una de las voces de una red de información subterránea bastante grande. "As an information service, we were very powerful", dice en una entrevista Penny Rimbaud (una especie de John Cage inglés y con alma política), quien tocaba batería en Crass, mientras escribía ensayos al respecto. Antes de inernet, puede uno imaginarse cuánto más controlable era el acceso a la información. En ese ambiente, esta gente era la dura de conseguir materiales. Eso se nota en los videos que Gee Vaucher proyectaba en los conciertos: collages de imágenes que muestran violencia contra manifestaciones y otros abusos de autoridad. Si en este momento puede resultar difícil acceder a cosas así (porque obviamente hay interés en que no se conozcan), uno puede apenas imaginarse cómo hacían para recopilarlos en los setentas y ochentas.
En la medida en que ayudaron a divulgar información política de difícil acceso, y en la medida en que han influenciado otras mentes, podría uno decir que han ayudado a transformar su sociedad. Pero ¿ha sido mucho o poco? ¿Se logra algo realmente profundo con este tipo de activismo estético?
(Aquí cuentan algo bien impresionante que hicieron.)
Los videos que pongo en esta entrada son trailers de un documental sobre Crass que se llama "There Is no Authority but Yourself", dirigido por Alexander Oey. Está en inglés sin subtítulos, pero es de las vainas más impactantes.