"Antes de que sepamos que podemos soñar lúcido, tal actividad no se nos plantea. Una vez que se nos revela el tema, comenzamos, primero lentamente y luego con más y más frecuencia, a pensar en él durante el día y a prepararnos para la noche. El soñador tiene memoria, se recuerda lo que se propuso durante la vigilia y es muy posible que lo realice. Fui poco a poco, con una paciencia inagotable, durante años, conquistando el mundo onírico. No le doy al término 'conquistar' el sentido de ganar una batalla o un territorio. Conquistar para mí es vivir en su plenitud el mundo de los sueños, que no tiene fin."
4 comments:
Esto, señoras y señores, supera de nuestro lado del Pacífico al haiku japonés. Genio.
Y además es un buen regalo, ¿no?
Como ha estado de activo.
Por acá vuelvo a visitarlo. Ojalá algún día nos veamos en Google Chat para hablar de filosofia y religión.
Así será, don Bloom. Y gracias por la visita.
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