y ahora soy extranjero en la casa de Dios, y ahora soy mensajero del caótico adiós, tengo treinta y dos razones para abrirme de aquí. cuando más nos duela a todos voy a dar el fin.
("No es normal..." ¿Qué se supone que significa 'normal', y por qué creen que es una razón para hacer o dejar de hacer? No quiero ser normal, y estoy absolutamente agotado de que quieran que lo sea.)
Al modo de ver de Richard Rorty, la función de la filosofía no es estudiar algún objeto estático y permanente, sino transformar creativamente nuestra manera de comprender y, por ende, de relacionarnos con lo que sea que exista.
A él debo en buena parte el haberme vuelto a enamorar de la filosofía. Por eso hoy le doy mil gracias.
(También agradezco a Javier, quien me condujo a los textos de Rorty.)
"Dedicarse a la investigación a menudo se debe a una crisis personal de hondas consecuencias, que sacrifica el éxito material en aras de una vocación incierta [...] A lo sumo, como dijo un informante, podrá dedicarse a 'barrer los rincones' recogiendo los pocos resultados que quedaron sin cubrir en el extranjero [...] algunos investigadores entrevistados, especialmente los más jóvenes, confiesan una sensación de futilidad [...] Para muchos, la investigación se vuelve una ocupación irreal, una forma de escapismo y de parasitismo, en que el individuo se pasa la vida jugando con algún tema que no deja huella." Larissa Lomnitz: La antropología de la investigación científica en la UNAM. (Citada en CEREIJIDO, Marcelino: Ciencia sin seso, locura doble - ¿Estás seguro de que te quieres dedicar a la investigación científica en un país subdesarrollado?, siglo XXI editores, 1994.)
"Antes de que sepamos que podemos soñar lúcido, tal actividad no se nos plantea. Una vez que se nos revela el tema, comenzamos, primero lentamente y luego con más y más frecuencia, a pensar en él durante el día y a prepararnos para la noche. El soñador tiene memoria, se recuerda lo que se propuso durante la vigilia y es muy posible que lo realice. Fui poco a poco, con una paciencia inagotable, durante años, conquistando el mundo onírico. No le doy al término 'conquistar' el sentido de ganar una batalla o un territorio. Conquistar para mí es vivir en su plenitud el mundo de los sueños, que no tiene fin."